Que te regalen su tiempo
sin excusas, sin recelos.
Ese, ese es el regalo más bello.
Y que no te quiten el sueño
pero sí duerman contigo,
que te arranquen las dudas,
que te desnuden el miedo.
Porque el miedo sí existe,
Y yo lo tengo.
Que me ahogo en un abismo de dudas,
que se me atraganta el silencio.
Y no quiero.
Que lo bueno a veces pasa,
o eso dicen.
Que yo todavía no me lo creo.
Y que el amor no va de leer los mismos libros,
ni de escribir las mismas mierdas
que ahora llamamos poesía.
El amor no va de eso.
Y yo no lo sabía.
Y es que ha sido sin darme cuenta,
como sin querer,
como sin querer, queriendo.
Y otra vez el nudo en la garganta,
el desasosiego.
Pero que te regalen su tiempo.
Ese, ese sí es el regalo más bello.